jueves, 28 de agosto de 2008

Retiro


Mil caras van en un vagón repleto.
Cuantos pasos sin tropiezo.
¿Miradas que se cruzan?
Una historia es posible.
Mil escalones los separan
de ser otros que no sean ellos.
Cuerpos bajo sabanas de cartón
alucinan sueños de pegamentos
en colchones de baldosa.
Pies descalzos arrastran
las suciedad que nuestros zapatos evitan.
Manos famélicas mendigan
a nuestra voluntad
una moneda para un pasquín sin precio.
Mil caras vuelven
y nada sucedio.

No hay comentarios: