Buenos Aires (22-01-23). Ayer hizo un calor brutal. Salí a
correr temprano, a las siete, y volví hecha un colapso. No hablo con mi padre
desde hace semanas. Ni con nadie. Estoy en un mundo paralelo, un paisaje
interior donde todo está suelto, alborotado. Duermo mal, despierto muy
temprano. A veces tengo sueños preciosos. Otras no. Intento leer. Los libros se
acumulan en mi mesa de luz, marcados, subrayados, casi rotos. En la noche,
salto de HBOmax a Netflix, de Star+ a Amazon Prime. No permanezco. Nada me
parece genial, excepto la serie The Bear, que es genial por un motivo que aún
no identifico. Estoy bajo asedio, tomada por un magma circulatorio. Todos los
pensamientos me llevan al mismo sitio: eso que parece derramado, indecente como
un paisaje del Bosco. Una cosa abigarrada. Un solo punto hacia el que todo
confluye enloquecido. Me queda la esperanza del Tao, que dice que sólo el que
se detiene puede continuar, o algo así. Cada día me despierto pensando cómo
estará eso. Qué sensaciones saldrán de ahí. ¿Crueldad, alegría? Es como ser
llevada por un cauce. Sé detenerme, pero no quiero. Al final no hay
aniquilación, aunque existe el riesgo. Avanzo segura de mi armamento de
siempre, un escudo sin ilusión, pura prescindencia. He pensado en regresar al
doctor L., un acupunturista chino, porque sus agujas hace tiempo me hicieron
dormir. Pero creo que quiero estar despierta. Tengo prisa por estar viva,
aunque la vida real me interese poco. Estoy en otra parte, metida dentro de mí.
Expectante. Ahora, esta mañana, amaneció nublado y fresco. Ha llovido. Quizás
bastante. Son las siete menos cuarto. En breve saldré a correr. Corriendo me
salgo del cuerpo, tan tirano, clavándome a la vez el cuerpo con gula hasta que
desaparece y flota lejos de mí. He perdido la frontera y no sé qué es un día
bueno o un día malo. Diría, arriesgando, que todos los días son buenos,
repletos de cosas, sólo que a veces esas mismas cosas son las que hacen sufrir.
(link https://cadenaser.com/nacional/2023/01/22/el-magma-cadena-ser/)
@leilaguerriero2