Compañía de insomnes
luchan por domar
sus eternos temores.
Amiga de planetas distantes
ansiosos por mostrarse
durante el atardecer.
Los débiles espíritus
dudan en salir de sus cuevas
aterrados por tus ruidos.
Cómplice de besos robados
a vírgenes que
lloran por amor.
Solo el arrebol es
capaz de ignorar
tu techo azulado.