Tus visitas me desbastan.
Tus manos
enlazan mi cuello
hasta casi morir.
Tus ideas
embarran mi cerebro
hasta empantanarlo.
Tu perfume
acelera mi corazón
taladrando mi pecho
hasta perforarlo.
Tu proximidad
inunda mis ojos
hasta la ceguera.
En tu ausencia
me rearmo.
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